Nuevamente vemos cómo es la espalda la gran solicitada por las personas para recibir masajes en ella. Pero las conclusiones nos llevan a pensar que no es una zona que verdaderamente tenga que sostener mayores castigos o tensiones que las demás, especialmente si la comparamos con la cadera, las piernas, los brazos o el cuello, sino que el problema es que uno mismo no la puede manipular y debe recurrir a un profesional, como un osteópata. Solamente así se explica el que todos los dolores nos creamos que se centran allí.
Cómo el osteópata realiza un masaje en la espalda
1. El paciente se pone boca abajo, los brazos al costado y la cabeza ladeada hacia el lado más confortable. Como osteópatas, apoyamos una mano en la cadera y la otra sobre el omóplato opuesto, realizando una presión alternativa sincronizada con la respiración. Después trabajamos el lado opuesto.
2. Ahora presiona con las dos manos en forma de ala en la zona media de la espalda, siempre sincronizada la presión con los movimientos respiratorios, soltando cuando inhala y presionando cuando exhala. Vete bajando las manos hasta llegar a la cadera.
3. El mismo ejercicio anterior pero ahora realiza más presión y para lograrla emplea el peso de tu cuerpo. Ten cuidado según sea la corpulencia y edad de la persona en la presión que realices.
4. Finalmente, son ahora tus dedos los que deben realizar la presión y para ello apoya tus dos pulgares en una zona a medio camino entre la columna y los costados. Presiona con bastante energía y desciende un par de centímetros cada vez hasta llegar a la cadera.
Aplicaciones de la osteopatía en el pubis
Cerca de la articulación más grande, la cadera, la cual debe sujetar al mismo tiempo a las piernas, el tronco y por supuesto la cabeza. Normalmente no suele ser la causa de grandes patologías y más bien hay que considerar que es la que sufre las consecuencias de otras zonas, como pueden ser los pies y la columna. Ambas partes se ocupan de desgastarla, desequilibrarla y hasta romperla. Bastan unos zapatos inadecuados de tacón alto, sentarse en una silla no ergonómica (y la mayoría lo son), hacer deportes bruscos o estiramientos dolorosos, dar a luz en posiciones no fisiológicas (la posición natural es en pie o quizá en cuclillas) o conducir en vehículos durante largo tiempo, para que con el tiempo la integridad de la cadera quede irremediablemente dañada.
Por esta y muchas otras razones, es muy importante ocuparnos y preocuparnos por la zona del pubis, así como cuidarla. Si sentimos molestias, la osteopatía de pubis puede ayudarnos a solventarlas gracias a sus métodos y prácticas osteopáticas.
Actuando sobre la cadera podemos mejorar todos los órganos que dependen de ella, como la vejiga, los ovarios o la próstata, así como aliviar ciáticas o lumbalgias. En la zona sacra se
encuentran los meridianos correspondientes a la vejiga y el de la vesícula biliar lo podemos localizar en la parte lateral de la cadera.
Cómo realizar el masaje en el pubis
1. Existen en el sacro cuatro pares de agujeros que deberás localizar, ya que por allí pasan los nervios espinales, muy importantes en el masaje osteopatico. Coloca entonces los dos pulgares y presiónalos, haciendo lo mismo con los otros dos que están un poco más abajo.
2. Coloca una mano en la zona lumbar y el codo de la otra algo más abajo, en el meridiano que pasa por el nervio ciático. Presiona con el codo un poco y sigue así haciendo el recorrido del meridiano.
3. Presiona con la palma de la mano encima de la articulación coxofemoral de un lado y después en el otro. A continuación hazlo con los pulgares.
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